Soñé
con grandes fortunas, estar rodeado de mujeres y conducir un Ford Mustang,
mirar la hora en un Rolex y tener tantos billetes como para comprar la Luna.
Soñé con dirigir una gran empresa y tener el
51% de acciones sobre mi mesa, vestir traje de etiqueta y un despacho
con moqueta. Soñé con ser el centro de atención de todas las fiestas de gala, con
ser más famoso que Barack Obama y no tener que mancharme las manos cogiendo un
pico o una pala. Con una vida de lujos y excesos de la alta sociedad, beber
champagne hasta la saciedad sin importarme la soledad. Pero ahora que tengo
todo eso sueño con realidades inalcanzables para este viejo. Sueño con una
caricia o un beso, sueño con estar acompañado dando un paseo, sueño con una
sonrisa, un guiño o un “te echaba de menos”…
No hay comentarios:
Publicar un comentario