...No
temáis, soy vuestra mamaíta ita ita. Tengo la voz gruesa, es que estoy afónica.
¡Vamos cabritillos, dejadme entrar! – Dijo Jack. Dentro del baño, Wendy gritaba al lado de la puerta
mientras veía como ésta se convertía en astillas a medida que golpeaba el hacha
contra ella. Tras varios impactos el agujero se agrandó lo suficiente
como para que Jack Torrance metiera la cabeza y dijese - Aquí está Jack… Cuando de repente la
televisión se apagó. Y con ella la lámpara situada en la mesilla cuya bombilla
suponía la única fuente de iluminación.
- Creo que se ha ido la luz, voy a comprobar el cuadro de
fusibles. ¿Tienes el móvil a mano para iluminar? - Preguntó Miguel mientras
tanteaba con el brazo la distancia a la que se encontraba la mesa del salón.
- Que va, me lo he dejado en casa. Espera no te vayas sin
mí, que no me quiero quedar sola a oscuras - Contestó Fátima, la novia de
Miguel. Aquella noche tenían la casa para ellos solos puesto que los padres de
Miguel se habían ido durante el fin de semana a lo que ellos llamaban un
"retiro espiritual" a un pequeño pueblo de Extremadura. Decían
"o te alejas de la civilización de vez en cuando o ésta acaba
contigo". Llevaban yéndose una vez al año desde que Miguel tenía memoria.
- Bueno utilizo el mío, espero que aguante la batería porque
está al mínimo - Comentó mientras se dirigía a la entrada principal - Están
todos los fusibles hacia arriba. Voy a ver si hay luz en la calle. Nada, está
toda la calle sin luz, será un apagón momentáneo, entremos dentro otra vez y
esperemos a que vuelva.
Fátima, que no soltaba la camiseta de Miguel ni un segundo,
dijo - Creo que mi hermano me contó ayer que esto podía suceder, que lo había leído
en National Geographic. Decía que según la NASA se estaba acercando una
tormenta solar hacía la Tierra y que tenía la magnitud suficiente para quemar
los transformadores de alta tensión. También me empezó a explicar que
dependiendo de la situación de los polos de la tormenta afectaría de mayor o
menor manera, pero a partir de ahí le dejé de escuchar... ya sólo le veía mover
la boca y los brazos como un loco, dando saltos y hablando de campos magnéticos
y auroras boreales.
- Si, algo me comentó mi padre también sobre las auroras
boreales, que con suerte podrían ver una a pesar de estar tan lejos del Polo
Norte - Contestó Miguel mientras comprobaba que también había quedado
inutilizada la línea telefónica - ¿Fátima, dónde has ido?
- Estoy aquí, detrás de ti – Contestó.
Miguel, con un tono de voz algo más serio dijo - creo que he
escuchado algo dentro de la casa.
La joven pareja se agarró más fuerte y se dirigieron al
salón de nuevo, cuando de repente ella soltó un grito ahogado - ¡He visto
moverse algo en el pasillo!, ¡te juro que algo se ha movido, creo que alguien
ha entrado en la casa!
El móvil apuntó inmediatamente hacia el pasillo iluminando
el perchero con varios abrigos y un par de fotos enmarcadas que colgaban de la
pared. Ni rastro de una tercera persona. Salvo la zona iluminada gracias a la
pantalla del teléfono el resto de la casa estaba en completa oscuridad. Esa noche
no contaban con la ayuda de una luna llena, y por supuesto de la calle no
recibían nada de luz. En aquel momento todo era oscuridad salvo algunas débiles
sombras. Decidieron inspeccionar los cuartos que había en la planta baja. Él
delante, ella abrazada a su espalda, comprobaron que estaban solos.
- ¿Y si ha subido a la planta de arriba?, te prometo que he
visto pasar algo, una sombra se ha movido, tienes que creerme. ¿Por qué no
llamamos a la policía? - Susurró Fátima al oído de su novio
- No hay línea, ya lo he comprobado. Seguro que te ha
engañado la vista, es imposible que haya entrado alguien sin que lo hayamos
oído. Voy a subir un momento arriba, compruebo que no hay nadie y bajo. Tú
quédate aquí, será solo un minuto - Dijo Miguel.
- Ni loca me quedo aquí sola - Sentenció ella, y acto
seguido se apagó el móvil - Deja de hacer el tonto y enciende el móvil otra vez.
- No puedo... se ha quedado sin batería - Contestó el joven –
No funciona nada y no sé dónde hay una linterna.
Entonces fue cuando en el piso de arriba, justo encima de
sus cabezas, escucharon el golpe de un objeto al caer al suelo. Ya no había
lugar a dudas, y Fátima le hizo saber su miedo clavándole las uñas en el
antebrazo.
- Venga Miguel no me jodas, tiene que haber algo que ilumine
en esta casa. ¡Una puñetera vela!, hay alguien ahí arriba - Comenzaron a sonar
pasos, y éstos se dirigían a la escalera - ¡Y va a bajar!, ¡necesitamos una vela!
- Lo sé lo sé, pero no sé dónde puede haber. ¿Sabes la
cantidad de años que llevo sin usar una vela? – Dijo, impotente, sabiendo la
importancia de aquella situación.
Lucas, el hermano mayor de Miguel, se dirigía tranquilamente
hacia las escaleras. Aquella misma mañana se había escapado del hospital
psiquiátrico donde, quince años antes, había entrado por intentar matar a su
padre ahogándole con sus propias manos mientras dormía. Hoy, con un cuerpo
mucho más desarrollado y un cuchillo de la mano, bajó las escaleras hasta
encontrarse de nuevo con su hermano pequeño, y de esta manera volver a
convertirse en hijo único. Esta fatídica coincidencia, que el mismo día en que
el peligro entra en tu casa tenga lugar la mayor tormenta solar de los últimos
ciento cincuenta años, podría haberse evitado si la joven pareja hubiese podido
iluminar la escalera y obtener así unos segundos de ventaja para poder escapar.
Si la hubiesen iluminado con, por ejemplo, una simple vela...
Vaya, y todo eso por no haber iluminado la escalera con una maldita vela.
ResponderEliminar¡Qué trágico final!
Me daría miedo a mí estar en esa situación. Todo oscuro, sin luz; y que luego encima aparezca alguien por las escaleras con un cuchillo en mano para matarme ...
(Creo que aprenderé a hacer esa cosa tan simple como encender una vela).
Me gusta mucho como narras tus relatos.
Este me ha encantado, espero poder leer más como este. Me gusta mucho el misterio xDD
¡Un besazo!
PD: Gracias por seguirme en Twitter. Soy Elena Weasley (@elenalovestar) ¡Yo también te sigo!
¡Muchas gracias!, espero que también te gusten mis próximos relatos, seguro que alguno más de misterio habrá.
EliminarHe visto que también tienes un blog así que ahora me pasaré a echar un vistazo, ¡un saludo!