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Hola pequeño, ¿No estás tus papis contigo? – Preguntó sorprendida la dependienta al ver entrar a aquel niño de cinco años.
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No, he venido solo. ¿Ésta es una tienda de magia verdad? – Contestó el
pequeño con expresión seria.
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Estás en lo cierto, aquí puedes encontrar lo necesario para hacer
realidad lo inimaginable – Dijo mientras se agachaba apoyando las palmas de las
manos en las rodillas.
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Vale – dijo el niño – quiero un aparato que le dé un trabajo a mi
padre, que haga volver a mi madre a casa y que traiga a mi perro Flufy del
cielo.
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